lunes, 2 de junio de 2014

4 CLASE




La respuesta a la pregunta “¿qué debo hacer?” se encuentra en la misma estructura de la pregunta:
- Se presupone la necesidad de hacer un “algo” que “debe ser hecho”.
- el “qué” del hacer es el objeto de nuestra responsabilidad, es la exigencia de toda profesión.
Aquí se encuentran las tres dimensiones del fenómeno moral:
- “hacer”: dimensión praxeológica
- “algo”: dimensión axiológica
- “debe ser hecho”: dimensión deontológica
Dimensión praxeológica,
Aretológica

Praxis=práctica
Areté=virtud

Dimensión axiológica,
Teleológica

axion=valor
telos=fin

Dimensión nomológica,
Deontológica

nomos=norma
deon=deber
Aspiración a la virtud, a la
práctica humana más excelsa.
El contenido del bien; la
realización del bien es la tarea
moral personal y social

La fuerza obligatoria del deber

Virtudes: exigen ser adquiridas
por las personas a través de la
práctica

Valores: ideales sociales y
culturales
Normas: concretan y expresan
deberes y derechos

Éticas aretológicas
Éticas axiológicas
Éticas deontológicas


 Según se dé más importancia a alguno de estos tres ámbitos, estaremos clasificando las distintas teorías éticas en aretológicas, axiológicas o deontológicas. No obstante, las tres dimensiones se dan entrelazadas: al hablar de virtudes lo hacemos en relación al “bien”, y al hablar de normas y deberes también lo hacemos en relación al “bien”.
La deontología profesional (los códigos éticos) debería contemplar los tres contenidos en sus textos, para que se dé una visión completa de la dimensión moral de esa profesión.

De todas las dimensiones, la deontológica es a la que se le da más peso últimamente en la ética profesional. La razón es que los códigos deontológicos son los documentos en los que los distintos colectivos profesionales expresan su modo de entender la profesión y las grandes aspiraciones que se proponen.

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